Felipe Piña se pregunta en “Los mitos de la historia argentina (La construcción de un pasado como justificación del presente) si la Revolución de Mayo fue un acto económico, un acto político o un acto militar, Y se contesta: no, fue un acto escolar. Así lo vivimos muchos de varias generaciones acostumbrados a las ilustraciones del Billiken a los actos con pastelitos, bigotes de corcho quemado y vendedores ambulantes, debates sobre la existencia o inexistencia de paraguas en aquellos días de mayo de 1810, o si llovía o no, reduciendo a eso el imaginario del 25 de Mayo. También, podemos agregar la anestesia suministrada por el poder (léase bien, por el poder no por los gobiernos necesariamente) a un pueblo más preocupado por la subsistencia y, en casi la mitad de los casos, por la pobreza y el hambre, como para tener tiempo para ponerse a pensar en nuestras raíces históricas como causa de nuestros males actuales. A los poderosos de siempre les interesa mantener en ese lug...