El vapor y la revolución industrial
Una historieta del vapor
La
revolución industrial fue un complejo entramado de hechos históricos que llevo
a una transformación económica, social y
tecnológica nunca vista. Tuvo sus inicios en la segunda mitad del siglo XVIII y
se la ubica en el Reino Unido extendiéndose unas décadas después a gran parte de Europa occidental y
Norteamérica. Los argumentos que se exponen para ubicar estos orígenes en Gran
Bretaña se pueden resumir, simplificando la complejidad del tema, en tres
factores: técnicos, ideológicos políticos y sociales, y geoestratégicos. Entre los factores técnicos, era uno de los
países con mayor disponibilidad de las materias primas esenciales, sobre todo el carbón, mineral indispensable para alimentar la máquina a vapor que fue el gran motor de la Revolución
Industrial temprana. Como factores ideológicos, políticos y sociales, la sociedad
inglesa había atravesado la llamada crisis del siglo XVII de una manera particular: mientras la Europa meridional
y oriental se refeudalizaba y establecía monarquías absolutas la guerra civil inglesa ocurrida entre1642 y 1651 y la posterior revolución gloriosa de 1688 determinaron el
establecimiento de una monarquía parlamentaria basada en la división de poderes, la libertad individual y un nivel de seguridad jurídica que proporcionaba suficientes garantías para el empresariado privado; muchos de ellos surgidos de entre activas
minorías de disidentes religiosos que en otras naciones no se hubieran consentido.
La era del vapor dio comienzo poco a poco, pero durante un siglo o más sus
diversas aplicaciones en la industria, el transporte, e incluso la agricultura,
sirvieron para aumentar la preponderancia industrial británica.
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