Generación Billiken

U n poco atrasada sale esta efeméride sobre El Día del Respeto de la Diversidad Cultural. La llegada de Colón a América tiene tantas visiones como las mil caras que se conocen del navegante. “Descubrimiento”, “encubrimiento”, “choque de culturas” o “encuentro de dos mundos”. Esta conmemoración,no un festejo, ya que no hay nada que festejar, busca reflejar la complejidad de los relatos, y lo hace desde un hecho histórico con una visión americana. El hecho histórico al que hacemos referencia podríamos titularlo: Los griegos ya lo sabían. Este texto es una versión libre de un artículo publicado por Leonardo Moledo, hace muchos años, a fines de los 80 del siglo pasado, cuando Clarín era un buen diario o por lo menos eso nos parecía, en una sección que se llamaba Ciencia y Técnica . El video es un recorte de un video del canal Encuentro del Biologo Golombek Los griegos ya lo sabían Cada 12 de octubre se hacen actos alusivos a la fecha. En muchas escuelas todavía se escuc

¡Se cortó la mayonesa! Batir dos yemas de huevo hasta que se pongan espumosas . Así comenzaba el ritual del abuelo para preparar la mayonesa del domingo. Como un alquimista ante una receta magistral, continuaba agregando aceite, muchas veces de oliva, gota a gota al principio para verterlo en forma de hilo cuando la mezcla comenzaba a espesar. Batiendo, siempre batiendo hasta que todo se ligaba bien y se veía tersa la preparación. El punto culminante del arte culinario casero dominical era cuando se agregaba, de a poco, el limón o el vinagre según el gusto del día. Todo finalizaba corrigiendo la sazón con sal. Todo ocurría normalmente pero, a veces, se presentaba el desastre: ¡se cortó la mayonesa! Y, entonces, venían las explicaciones: que la batió hacia la derecha, hacia la izquierda, hacia fuera o hacia adentro, que la habían mirado muy fuerte, etc., etc. Años más tarde, desde la perspectiva de la ciencia, encontré una explicación un poco más razonable. La mayonesa es una

... continuará.

Para establecer la posición de las estrellas, el Sol, la Luna y los planetas, y después, poder seguir su movimiento en el cielo, se puede usar un sencillo cuadrante (la cuarta parte de un círculo graduado) y un reloj. En muchos sitios a este cuadrante se los denomina astrolabio. Historicamente los astrolabios son instrumentos para medir y calcular el tiempo o posiciones sobre la tierra, desarrollados hace más mil años. Si bien tenemos referencias de que los antiguos griegos los usaban, los ejemplos que aún sobreviven fueron construidos por maestros artesanos árabes y persas entre los siglos IX y XI Receta para hacer un astrolabio (cuadrante)   Lo que se necesita Un cartón de unos 20 cm por 20 cm por 2 mm (más o menos). Un hilo de algodón de 30 cm de largo. Una tuerca mediana. Una pajita, sorbete o popote (o como quieran llamar al tubito de plástico que se usa para sorber bebidas). Una copia del cuadrante que se halla más abajo. Pegamento vinílico para papel, cartón,

  Continuará

En 1993, en la REF ( Reunión de Educadores en Física) de ese año conocí al astrónomo y titiritero Horacio Tignanelli. Con el tiempo y las vueltas de la vida me volví a encontrar con él en La Plata. Entonces me regaló un folleto que formaba parte de una pequeña colección llamada  Cartas de Astronomía de la cual era autor de los textos. Los dibujos estaban realizados por Ricardo Deambrosi. Horacio se ha especializado en la enseñanza de la Astronomía para niños y jóvenes, destacándose por sus proyectos educativos no formales como los de Educación por el Arte, dictando talleres y cursos por todo el país y el extranjero y en experiencias didácticas de alto impacto educativo como: Ciencia, Ilusión y Fantasías (1988), Pedacito de cielo (1993) o Croquis (1998), donde plasma su condición de dramaturgo y titiritero con la de astrónomo. En éste número publico una de esas Cartas de Astronomía: Las mil y una estaciones , que me parece de una belleza increíble. Estas son la tapa y la contra

Pehuén Curá: Cantón Tapera Las historietas eran una de las cosas que más me fascinaban de la revista Billiken. En esta sección, que comienza con Pehuén Curá , escrita por Jorge Morhain y dibujada por Castro, se publicará por partes, distintas historietas que me parecen interesantes. Continuará.

Para aprender ciencias como la física y la química se necesita un ámbito de experimentación, que pueden ser el aula, la cocina, el patio, la plaza, el laboratorio (si se tiene, no es una condición indispensable), donde se pueda trabajar con materiales, percibir su olor, su color, producir los cambios deseados y evitar otros, aprender a ser cuidadosos y, sobre todo, reflexionar constantemente sobre los cambios que están ocurriendo. La cocina es un lugar ideal para practicar un poco de química. Tenemos una mesada, un lugar donde encender un fuego, agua. También en el aula es posible, con unos pocos elementos, realizar experiencias. En esta sección propondremos algunas experiencias, de simple realización, en esos lugares que mencionamos anteriormente. Comencemos: Metalurgia del cobre casera Desde la prehistoria El cobre, junto con el oro y la plata, es el primer metal conocido por el hombre. Su descubrimiento anuncia el ocaso de la era de la piedra y el comienzo de l

Todos los libros salen de alguna parte - dice, Beatriz Sarlo, en su libro: La imaginación técnica: Sueños modernos de la cultura argentina . Por otro lado, Roberto Arlt, hablaba de "los saberes del pobre", esa mezcla desprolija de discursos sobre química e ingeniería, metalurgía y electricidad, geografías exóticas y visiones que anuncian la metrópoli futura. Este blog también viene de alguna parte, de los libros de ciencia ficción, de la revista Lupín, de Más allá, del taller de mi casa, de la revista Hobby, de la escuela técnica, de los esquemas que representaban los inventos de Calculín, de la Academia Cosmos -dónde por primera vez vi a Saturno con su anillo-, y vaya a saber uno de cuantas cosas más. Y pretende ser "una mezcla desprolija de discursos sobre química e ingeniería, metalurgía y electricidad, geografías exóticas y visiones que anuncian la metrópoli futura". Cómo en los esquemas de Calculín, esta mezcla de verosimilitud e imaginación, de hec