Generación Billiken

 

 

 Algunas palabras previas Calculín el niño genio de la tira cómica “Pi pío” que aparecía en la revista Billiken a fines del 50 del siglo pasado. ¿Del siglo pasado? Siiii del siglo pasado, y qué, no todos somos milenials. Él es extremadamente inteligente, maduro, sus pelos son como un libro abierto y usa unos grandes anteojos con marco negro. Siempre va vestido con un blanco delantal característico de los alumnos de la escuela pública de Argentina. Siempre planifica todo minuciosamente, aunque no todo le sale siempre bien. Sus planos y diagramas son exquisitos y muy detallados. Bueno basta de hablar (mejor dicho de escribir) y dejemos que nos guíe en estas actividades recreativas. Luj antaŭparolaj vortoj Calculín, la genio knabo de la komikso "Pi pío" aperinta en la revuo Billiken fine de la 1950-aj jaroj de la lasta jarcento. Ĉu la las ta jarcento? Jeeees de la pasinta jarcento, kaj kio, ni ne ĉiuj estas jarmiloj. Li estas ekstreme inteligenta, matura, liaj haroj similas al m

 Según me cuenta nuestro querido Eduardo Ruiz Rapalo, autor de numerosos artículos de nuestra historia y de historias de personajes de nuestro interior tan abandonados por el centralismo porteño, San Martín vivió un tiempo en Villa Allende. Aquí se publica este interesante artículo donde nos lo cuenta.

ESPERANTO Curso para los que hablan castellano Una lengua que todo hombre, mujer, niño o niña deba poseer, junto a su lengua materna, para entenderse con los que hablan otras lenguas en un plano de igualdad democrática. Continuará

Continúa del 20/6/20 En mayo del año ’12 Belgrano, que se había hecho cargo del ejercito del norte, andaba por Jujuy. Se acercaba el aniversario de la Revolución. Pa’ festejarlo tuvo la idea de reunir a toda la tropa en la plaza y saludar con unos cañonazos a la nueva bandera de la patria. Volvió a informar al gobierno. Pero… ¡Otra vez! ¡Pero qué desorden! ¡Pero que desobediencia! Decían en Buenos Aires. Y vueeelta el correo pa’ Jujuy. Con la orden de guardar esa bandera. Y esta vez Belgrano se enteró.  Apenado, fue a ver a su amigo Juan de Dios Aranivar, que era un cura de aquellos pagos, para ver si le daba algún consuelo… Después de un rato de conversaciones, le entregó unas banderas al padre Juan y se marchó otra vez al campamento. El cura esperó que se hiciera bien de noche. Aprovechó la intensa lluvia y se lanzó por la callecita pa’ ir al establo a buscar un caballo. Cargó las alforjas con algunas herramientas… UN buen martillo, unos clavos, algunos fierros con punta y… ¡a